La casualidad, el destino, la coincidencia, llámenlo como quieran, quiso que naciera en esta la Muy Noble Villa de Andorra, mi querido
y amado pueblo... Enamorada cada día más de estas Tierras Bajas que me vieron nacer y que me otorgaron desde ese mismo instante de "ser" el honor de llamarme "mañica"... Mañica por los cuatro costados, aunque no lo parezca...
Porque fui a nacer en este pueblo en una de las calles más céntricas del mismo hasta que con tres añitos nos desplazamos, mis padres y mi hermano mayor, por aquél entonces, hasta una
casita del poblado minero... |